Madrid, 6 de diciembre de 2025. — Las redes sociales continúan consolidándose como uno de los principales espacios de interacción, aprendizaje y entretenimiento para los jóvenes, pero su impacto genera un creciente debate entre familias, educadores y expertos en salud mental.
Según el último informe del Observatorio de Conducta Digital Juvenil, más del 92% de los adolescentes españoles utiliza plataformas como Instagram, TikTok o X a diario, con un promedio de tres horas y media de uso continuado. Los investigadores advierten que esta exposición prolongada modifica la forma en que los jóvenes construyen su identidad, se relacionan con su entorno y perciben el mundo.
“Las redes sociales pueden ser herramientas poderosas para la creatividad y la conexión, pero también refuerzan dinámicas de comparación y presión social difíciles de gestionar a edades tempranas”, señala la psicóloga clínica Laura Gómez. Entre las principales preocupaciones se encuentran los efectos sobre la autoestima, la calidad del sueño y el riesgo de desarrollar adicción digital.
No obstante, el impacto no es únicamente negativo. Diversos proyectos educativos están utilizando estas plataformas para promover campañas de salud mental, alfabetización mediática y participación cívica. “Los jóvenes no solo consumen contenido: también crean. Y eso abre nuevas posibilidades para su empoderamiento”, explica el sociólogo Marcos Salcedo.
El Ministerio de Educación ha anunciado que trabaja en una guía de buenas prácticas orientada a familias y centros escolares, con el objetivo de fomentar un uso responsable y crítico de estas herramientas. Mientras tanto, expertos recomiendan establecer límites de tiempo, promover espacios de desconexión y reforzar la comunicación dentro del hogar.
La influencia de las redes sociales seguirá creciendo, pero el reto, coinciden los especialistas, es aprender a convivir con ellas de forma saludable.

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